La A.A.V.H. realizó una salida para vehículos antiguos denominada Ruta Bardenas Ebro medio, durante los dias 29 y 30 de Abril de 2017 con la participación de nueve automóviles.
Un Buick serie 40, un Chevrolet roadster, un Hudson Super Six, un Citroën 11, un Ford mod. 48 V-8 y cuatro Ford modelo A con diferentes carrocerias.
El sábado 29 se concentraron en la Sede Social y después de un chocolate con churros partieron por la Z-30 y la Autovía de Logroño hasta Alagón donde tomaron el desvio hacia Remolinos, atravesaron Tauste, circunvalaron Ejea y llegaron hasta Sádaba donde aparcaron a los pies de su imponente castillo, al que realizaron una visita guiada, soportando un viento frio que soplaba por sus almenas. Terminada la visita se desplazaron al centro de la localidad, dejando los coches en una calle céntrica mientras tomaban vermut a la espera de la hora de comer. La comida se realizó en el restaurante de la Hospedería de Sádaba, un lugar muy acogedor, pero de cuyo menú no deseamos hacer ningún comentario, ya que todos los participantes salieron muy descontentos y asegurando que no volverian más.
A la tarde se desplazaron hasta la cercana Carcastillo (Navarra) donde visitaron el Monasterio de La Oliva, guiados por un fraile de la comunidad, que se explayó en sus explicaciones sobre el cenobio y aspectos de la vida monacal, enseñandoles también la hospederia donde acogen huespedes que deseen pasar unos dias de retiro.
Terminada la visita siguieron hasta Caparroso para incorporase a la carretera nacional de Pamplona, en sentido Tudela, pero antes de llegar a esta ciudad se desviaron hacia Castejón de Ebro y Alfaro, donde cenaron y pernoctaron en el Hotel Palacios.
A la mañana siguiente, domingo 30, después de desayunar, revisar niveles y repostar combustible, volvieron a la carretera hacia Tudela, pero antes de llegar tomaron un desvio que, cruzando por las Bardenas Reales, llega a Ejea de los Caballeros. Una vez aparcados los automóviles, realizaron una visita guiada a la localidad, visitando la iglesia de San Salvador, algunas fachadas de casas aragonesas, la iglesia de Santa Maria y el Centro de Arte y Exposiciones. Después se dirigieron a comer al restaurante Gratal donde disfrutaron de un exquisito menú degustación de cuatro platos y postre, regado con vino Glarima, denominación Somontano, tinto, rosado y blanco, siendo este último el que más aceptación tuvo.
Terminada la comida emprendieron regreso a Zaragoza . El tiempo estuvo nublado y fresco, lo que benefició a las vetustas mecánicas, y a la hora del regreso a Zaragoza comenzó una fina pero persistente lluvia que ralentizó la velocidad. No se registró ningún incidente ni avería.
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